La alimentación en el embarazo

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la alimentación durante el embarazo

La alimentación en el embarazo es de significativa importancia. De esto depende el desarrollo y el crecimiento del bebe y una buena salud de la embarazada antes, durante y después del parto.

¿Cuáles son los cambios que ocurren durante el embarazo?

Cómo es sabido, durante el embarazo se produce una serie de cambios orgánicos y fisionómicos. Así como la aparición de hipotensión, anemia, disminución de la motilidad intestinal, etc.

Pues bien, uno de esos cambios es la alteración del metabolismo de las grasas. En las analíticas del segundo y tercer trimestre, observamos un incremento de las cifras del colesterol y los triglicéridos en casi todas las embarazadas.

Esto implica que, el número de calorías por gramo de grasa saturada se eleva de manera notable en el embarazo, superando las 4 calorías por gramo que generan las grasas saturadas fuera del embarazo.

¿Cómo disminuir el número de calorías?

Pues es sencillo, hay que sustituir las grasas saturadas por proteínas e hidratos de carbono. Al consumir estos últimos, las calorías generadas mantienen 1 y 2 calorías por gramo respectivamente.

Es por esto por lo que se propone la disminución en la ingesta de este tipo de grasas. Si sabemos que el gasto calórico promedio de una mujer es de 2300 calorías / día, con lo expuesto anteriormente, podríamos sobrepasar holgadamente esta cifra. Esto provocaría que el incremento en peso al final del embarazo pudiera ser muy elevado.

Por lo tanto, nosotros proponemos no comer grasa saturada en la medida de lo posible y fundamentar nuestra ingesta de calorías en hidratos de carbono y proteínas.

¿Qué alimentos tienen alto contenido en grasas?

A continuación, vamos a indicar alimentos que tienen un alto contenido en grasas saturadas y en otros dónde se encuentran en mucha menor cantidad.

Las grasas saturadas se encuentran principalmente en productos de bollería, galletas, bizcochos, helado, entre otros.
También en todo aquel alimento que requiera cocinarse calentando aceite en mediana cantidad, es decir, alimentos fritos como patatas fritas, huevos fritos, tortilla de patatas, pescados rebozados, carnes empanadas…
No podemos olvidar el contenido en grasa en quesos curados y semicurados, al igual que en los embutidos.

¿Qué debemos comer entonces?

Nuestro criterio es fundamentar la alimentación en hidratos de carbono como pasta, arroz y legumbres; y proteínas tales como carne, pescado y huevos. A lo que podemos añadir fruta, verduras y ensaladas.

Decíamos antes que debemos evitar las grasas saturadas en todo lo posible. Evidentemente podemos cocinar las legumbres con su compango (morcilla, chorizo, jamón, tocino…) para dar sabor a los alimentos, pero a la hora de comerlas debemos servir sólo la legumbre.

Los huevos se pueden comer pasados por agua, duros, o a la plancha (con unas pocas gotas de aceite).

La carne roja puede ser de vaca, buey, ternera o incluso el solomillo del cerdo, pero siempre cocinadas a la plancha, aunque debemos evitar abusar de su ingesta ya que contienen altos índices de grasa saturada que debemos evitar. La mejor opción es comer carnes blancas como son el pollo, pavo y conejo.

En cuanto al pescado, este debe ser congelado 5 días y después cocinado al vapor o a la plancha.

Con el aceite crudo tampoco tenemos ningún problema, por lo tanto, podemos aliñar las ensaladas a nuestro gusto.

Resumiendo

Con esta alimentación no se pretende hacer una dieta hipocalórica y por lo tanto pasar hambre, ya que no se limita la cantidad, sino todo lo contrario, es decir, no hacer una dieta hipercalórica que nos llevaría a un incremento patológico de peso al final del embarazo.

Este exceso de peso entorpecería el propio proceso del expulsivo en el parto y la recuperación en el puerperio.

¿Necesitas más información de cómo elaborar una dieta equilibrada? ¿Tienes otras dudas acerca de la alimentación que debes llevar durante el embarazo? Puedes solicitar una cita en nuestra consulta en el hospital San Francisco de Asís.